Esta es la historia de un cisne que se creía patito feo. De niño se miraba al espejo y se veía feo, ese sentimiento lo embargaba de tristeza y lo hacía sentir muy poca cosa. Se enfocaba en cada uno de sus defectos, es más, descubría hasta los que no tenía.
Mientras tanto otros lo miraban y le decían cosas lindas, pero él estaba seguro que era un patito feo. Y como esta era su percepción, así era su realidad. Se vestía, hablaba y se comportaba en concordancia. Y generaba situaciones para justificar su modelo del mundo: burlas en la escuela, poca adaptabilidad con sus compañeros de clase, todo lo necesario para que este sentimiento que él percibía como realidad realmente lo fuese.Todos sabemos el final de este cuento:
No era un pato, era un cisne pero él no podía verlo.
Y yo me pregunto cuántos de nosotros vivimos en esta misma confusión.
El síndrome del impostor es un fenómeno que ocurre en la conversación interna de la gente que es incapaz de internalizar sus logros.
A pesar de las evidencias externas de su competencia, viven convencidos de que son un fraude y no merecen el éxito que han conseguido.
La confianza en sí mismo
es el primer secreto del éxito.
Ralph Waldo Emerson
Todas estas evidencias se asocian con la suerte, coincidencias o como el resultado de manipular el pensamiento de los demás que son más inteligentes y competentes de lo que ellos creen ser.
El que no cree en si mismo
miente siempre.
Friedrich Nietzsche
Los que sufren de este síndrome tienen miedo de no estar a la altura y no merecer el cargo que ostentan, pues piensa que cualquiera lo podría hacer mejor. Y por sobre todo les invade el temor a ser descubiertos en su fraude y entonces trabajan y se esfuerzan en no ser desenmascarados sin darse cuenta que todo esto sólo vive en su propia imaginación.
Una vez que sientes confianza
en tu interior,
haces lo primero que se te ocurre
y lo que te dicta tu corazón
y todo sale bien.
Orhan Pamuk
¿Tienes tendencia a sobre exigirte?
¿Te centras en lo que te falta en lugar de en lo que tienes?
¿Crees que cualquiera podría hacer lo que tú haces?
¿Sientes que nunca es suficiente?
¿Crees que todo debe ser difícil en la vida?
¿Te cuesta reconocerte?
¿No puedes darte cuenta qué es lo especial que tú pones en tu trabajo?
Sientes miedo a ser descubierto?
La confianza en ti mismo
es fruto de una relación contigo
en la que te reconoces amado.
Indudablemente todo esto tiene que ver con la falta de auto estima y la falta de seguridad y confianza en uno mismo.
¿Cómo podemos empezar a salir de esta conversación?
Acepta que no eres ni debes ser perfecto.
Acepta que puedes equivocarte y que nadie conoce todas las respuestas.
Acepta los cumplidos y los elogios. Disfrútalos, te los mereces.
Haz una lista de tus cualidades y otra de tus dones.
Haz una lista de tus logros y piensa que todo esto te tiene a ti en común. Algo habrás hecho. No todo tiene que ver con la suerte.
Reconoce lo bueno en ti.
Focalízate en lo positivo.
Rodéate de gente optimista ya que la alegría y la motivación son contagiosas.
Cree en ti! ¡Ten fe en tus capacidades!
Si no tienes confianza
en tus propios poderes,
no puedes tener éxito ni ser feliz.
Norman Vincent Peale