Se dice que muchos años atrás el Virrey de Nápoles hizo una visita a Barcelona, España. En el puerto había un barco de remos con prisioneros condenados a remar, castigo usual para la época. El Virrey se acercó a los prisioneros y les preguntó que los había llevado a estar ahora en esta situación. Así escuchó de primera voz terribles historias.
El primer hombre dijo que estaba allí porque un juez aceptó un soborno de sus enemigos y lo condenó injustamente. El segundo dijo que sus enemigos habían pagado a falsos testigos para que lo acusaran. El tercero dijo que había sido traicionado por su mejor amigo, quien escapó de la justicia dejándolo. Y así cada uno fue contando su historia.
Finalmente el Virrey dio con un hombre que le dijo: Mi Señor, yo estoy aquí porque me lo merezco. Necesitaba dinero y le robé a una persona.
El Virrey quedó absolutamente anonadado y volviendo sobre el capitán del navío dijo: Aquí tenemos a todos estos hombres que son inocentes, están aquí por injustas causas, y aquí este hombre malvado en medio de todos ellos. Que lo liberen inmediatamente, temo que pueda influenciar a los demás
De esta manera el hombre que se había confesado culpable fue liberado y perdonado, mientras aquellos que continuaban excusándose a sí mismos volvieron a los remos.
Esta es una historia verdadera, y la moraleja es bastante obvia.
Si buscamos en el diccionario podemos encontrar como definición que una excusa constituye un pretexto que se aprovecha para evitar obligaciones.
Siendo niños aprendemos a inventarlos y nadie nos dice que eso no se debe hacer.
No hice mi tarea porque…
Llegué tarde porque..
Etc.
Yo lo veo como una forma “sutil” de evadir responsabilidades o no querer afrontar realidades. Todas las excusas buscan justificar algo.
Están los que ganan.
Y están los que tienen excusas para perder.
El problema de las excusas es que de tanto repetirlas nos las creemos y después andamos por la vida defendiéndolas como si fueran ciertas.
Cuáles son las excusas que usas habitualmente para evadir tu responsabilidad?
No tengo tiempo?
No tengo dinero?
Soy muy joven o muy viejo para esto?
Me falta información?
¿Quieres triunfar? Entonces elimina de tu mente todo el diccionario de excusas.
No ascendemos al nivel de nuestras habilidades,
sino que caemos al nivel de nuestras excusas.
Te diste cuenta de que cuando algo es importante para ti siempre encuentras una manera de hacerlo pero cuando algo es difícil o no quieres hacerlo siempre encuentras una excusa?
Las excusas logran que las personas queden estancadas, se auto saboteen e incluso que hagan de ellas un estilo de vida. Seguramente conocerás gente que siempre tiene una excusa para presentarte. Todos conocemos a alguien que vive culpando a los demás por sus fracasos.
Piensa en algo que tienes in mente hace tiempo.
Y ahora piensa en todas las explicaciones que te das a ti mismo para no tenerlo concretado.
Tú eres el único responsable de los pensamientos y creencias que sostienes.
Si no te ayudan con tus objetivos puedes cambiarlos.
El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa.