Dicen que cuando se acerca el fin de año, los ángeles curiosos se acercan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.
Qué hay de nuevo pregunta uno de ellos?
Lo de siempre contesta otro: Salud, paz, dinero, amor y felicidad…
Hace siglos escucho lo mismo y aunque el tiempo pasa los humanos aun no se han dado cuenta que eso no les va a llover del cielo como un regalo.
¿Te parece que podríamos ayudarlos de alguna manera?
¿Te animarías a bajar y susurrarles al oído lo que deberían decir?
Y uno de los ángeles bajó y al poco tiempo escucharon la palabra de un hombre que decía:
Gracias por la salud que tengo y cuido cada día, gracias por el microclima de paz que construí en mi casa, gracias por el trabajo que tengo y el dinero que he sabido ganar con él, gracias por todas las personas que me aman y reciben mi cariño y gracias por la felicidad que he sabido conquistar.
Si bien no en todas las culturas no se festeja el final del año gregoriano como el final del año ( los chinos tienen otra fecha , también los judíos y como ellos varios). Lo que es innegable es que cambia el numero del año en que vivimos y esto realmente es una marca en el tiempo que muestra el final de un año y el inicio del otro. Y que aunque no lo celebremos o festejemos, cambia igual.
Estamos en los momentos finales del 2011, pasaron 365 días y creo que es un buen momento para pensar y reconocer que fue lo que hicimos con ellos.
Si la vida te da mil razones para llorar, demuestra que tienes mil y una para soñar. Haz de tu vida un sueño
y de tu sueño una realidad.
¿Cómo usaste estos 365 días?
¿Qué fue lo que hiciste importante?
¿Cuáles fueron tus logros?
¿Cuáles tus errores?
¿Qué aprendizajes te dejaron?
¿Con qué cosas pudiste?
¿Con qué no?
¿Qué talentos usaste?
¿Cuáles aun puedes desarrollar?
¿Caminaste por el camino que habías programado?
¿Dónde te perdiste?
¿Cumpliste las promesas que te hiciste al principio del 2011?
¿Si no fue así, cuáles fueron tus excusas y cómo podrías desarticularlas para este año nuevo que comienza.
Hoy he ingresado 365 días de buena suerte,
alegría y felicidad en tu cuenta número 2012. Adminístralo bien.
Considero que este es un buen momento para pensar en lo que estamos haciendo con nuestra vida.
Ya que la misma pasa y no podemos volver atrás.
No vamos a vivir para siempre.
Cuando éramos niños el tiempo transcurría muy lentamente , pero ahora que hemos crecido pasa volando.
Considero que lo único que podemos hacer es tener en cuenta cada momento de cada día, de cada mes, de cada año y vivirlo intensamente, haciendo lo máximo que podamos, viviendo nuestros sueños, animándonos a ir por mas, amándonos y amando como si fuera el único momento de nuestras vidas.
Hay 2 días al año
sobre los que no puedes hacer nada:
AYER Y MAÑANA:
solamente hoy podrás perdonar, sonreír, soñar, amar, sentir…
Feliz 2012
Se termina el año.
Y pienso que es un buen momento para terminar otras cosas también.
Terminar con las críticas.
Terminar con los pensamientos negativos.
Terminar con las excusas.
Terminar con la postergación.
Terminar con los rencores y el resentimiento.
Terminar con la desconfianza.
Punto final. Se termina el año. Usemos estos segundos que nos quedan para pensar, usémoslos para cambiar y para volver al camino si lo hemos perdido.
Además de la prosperidad, salud y amor… les deseo:
Que tengan un año fácil, un año con fiestas y celebraciones.
Les deseo tranquilidad y noches bien dormidas.
Diarios con buenas noticias y proyectos de paz.
Les deseo cafecitos conversados, libros bien leídos y trabajos bien hechos.
Que sus idas a la farmacia sean por cosméticos y que las del súper sean por chocolates y no por dietas…
Quiero que sean respetados, queridos y adorados.
Que tengan un año con vacaciones, paseos y escapadas.
Les deseo risas y carcajadas, de esas que hacen llorar…
Les deseo miel en su mesa y miel en sus decisiones.
Les deseo mucha, mucha suerte y que Dios los acompañe siempre.