Cuentan que hace muchos, muchos años un sabio llevó sus zapatos a arreglar a lo de un zapatero.
Estaba oscureciendo y el zapatero trabajaba a la luz de una pequeña vela que
estaba a punto de apagarse. El sabio lamentó que el tuviera que trabajar en esas condiciones, y le ofreció traerlos al día siguiente.
Le dijo el zapatero siéntese, caballero. Mientras arda la vela, hay tiempo
para poder arreglar.
El sabio escuchó sus palabras, se sentó a esperar mientras repetía una y otra
vez la lección que le había dado aquel humilde zapatero:
Mientras arda la vela hay tiempo para reparar.
Este cuento me pareció una hermosa metáfora para mostrarnos que nunca es tarde si se trata de reparar. ¿Qué entendemos por reparar?:
Conversaciones que hemos dejado pendientes y no completamos por falta de valentía o de tiempo o de la explicación que busques
Situaciones que no hemos perdonado y seguimos cargando sin darnos cuenta como drenan nuestra energía.
A veces nos equivocamos, y nos damos cuenta pero no encontramos el momento indicado para pedir disculpas y el tiempo pasa
A partir de este cuento lo que quiero decirte es que mientras tengas vida tenes tiempo de reparar tu error.
Hace lo que tengas que hacer HOY
Es mas tarde de lo que crees
Algunos enemigos que no nos dejan reparar:
Pensar que este no es el mejor momento.
Pensar que ya pasó y si no se lo dije en ese momento ya no es importante.
Darme cuenta que me resulta difícil y entonces pensar que tengo que estar en un momento especial emocional.
Creer que el otro no se dio cuenta o se olvidó dejándolo pasar.
No darle importancia.
Creer que no volverá a pasar y por esta vez pasa.
El puente que quemas ahora,
puede ser el que mas tarde tengas que cruzar.
Sería importante que en este momento puedas pensar en cuántas cosas mantienes incompletas y no te animas a reparar.
En el ámbito de las relaciones o en el ámbito laboral. Con personas cercanas y con algunas que no lo están tanto.
También sería interesante para vos darte cuenta cuántas relaciones se han perdido en los años simplemente porque no te animaste a reparar a tiempo.
Estamos cerca de fin de año y este me parece un muy buen momento para reparar todo lo que consideremos necesita reparación.
Repara tu trineo en el verano,
y tu carreta en el invierno
¿Te prestaron libros y CDs y aún no los has devuelto?
¿Debes algún regalo?
¿Tienes pendiente algún llamado, alguna carta, algún mail?
¿Prometiste algo y aún no lo cumpliste?
¿Reconoces que has estado mal con alguien y todavía no has podido pedir disculpas?
¿Te observas en falta con alguien o con algo?
¿Tienes pendiente algún reconocimiento?
¿Hay conversaciones difíciles que sabes tienes que abrir?
¿Hay conversaciones valientes que tienes que encarar?
Mientras arda la vela hay tiempo para reparar.