Era el día de mi cumpleaños y tuve una gran pelea con mi marido porque dijo que no tenía dinero para llevarme a comer afuera.
El es una persona bastante tranquila, en cambio yo soy muy impulsiva y en menos de unos segundos me encontré fuera de control protestándole por nuestros problemas financieros y acusándole por no poder solucionarlos.
Me llevó casi una hora calmarme, cambiar mi humor y empezar a remediar el daño que había inflingido a la persona que mas amo, pidiéndole perdón. El dijo que me perdonaba y me dio un abrazo, pero la distancia que yo había creado con mis agresiones, se percibía en el ambiente y mas allá de una hermosa tarjeta y una torta, esa fue una noche miserable.
Me fui a dormir sintiéndome muy mal y mientras repasaba el día y hacía mis oraciones se me ocurrió una idea:
A partir de este momento cada vez que fuera a hacerle algún cargo a mi esposo me sacaría el anillo de bodas que el me dio y me lo pasaría a la mano derecha y luego nuevamente a la izquierda. Durante el tiempo que me llevara hacer esto, pensaría si lo que voy a decir me acerca o distancia de mi esposo y solo se lo diría si fuera para acercarnos, aunque lo otro fuera verdad o estuviera justificado.Y me di cuenta cuando lo hice, que en mi silencio yo experimenté una hermosa sensación de exaltación y libertad, primero porque lo pude hacer, porque pude elegir el curso de los acontecimientos y pude elegir que emoción transitar.
Y poder controlarme de esta manera me hizo sentir libre.
Extraído del libro Holy Woman de Sara Yoheved Rigler
La Libertad es uno de los valores sobre lo que yo creo, mas se ha escrito
¿Para qué les parece que hablamos tanto de la libertad y tantos autores muestran su mirada?
¿Piensan que es este un valor disponible para todos?
En realidad yo pienso que todos somos libres, lo que mas nos cuesta es actuar desde esa libertad, ejercerla y no quedar entrampado en nuestras propias acciones, o en lo que decimos o en lo que oímos.
La libertad consiste
en mi capacidad de elegir
dentro de lo fácticamente posible.
Jorge BucayLa razón se compone de verdades que hay que decir y verdades que hay que callar.
Rivarol
¿Cuántas veces en las relaciones, tanto personales como laborales, sabemos que tenemos razón, decimos con convicción algo, pero luego nos queda una sensación interna amarga.
¿Qué paso?
¿Qué fue lo que no tuvimos en cuenta?
Hicimos importante defender la razón, o nuestro punto de vista. Y al hacerlo no nos dimos cuenta que el precio que hemos pagado por esa razón ha sido en moneda de la relación, que no hemos cuidado y hemos postergado a un segundo lugar.
¿Qué crees que es mas importante? ¿Hacer valer tus razones, mostrar tus puntos de vista? o darle un espacio al otro para disentir, para hacer o pensar diferente.
Si tengo la razón nadie lo recordará
si no tengo la razón,
nadie lo olvidará.Si no disfrutas de tu libertad interior,
¿Qué otra libertad esperas gozar?
Arturo Graf
Nosotros hemos sido educados en una cultura que hacía importante tener razón y seguramente mas de uno de nosotros escuchó de nuestros padres:
Te digo que no porque NO.
Las cosas son como digo yo.
Yo tengo razón porque soy tu padre.
En fin no quiero recordar mas, el mundo cambió, y ……
¿Nosotros cambiamos con el mundo, o seguimos actuando como a fines del siglo XX?
Hoy queremos ser protagonistas, queremos participar y mostrar nuestras ideas y necesitamos contextos donde esto se vea favorecido.
¿Que nos pasa cuando no podemos ser auténticos? Nos vamos, nos enojamos o nos separamos.
¿Qué es mas importante?
¿Ser Feliz,
o tener razón?
Augusto Ricciardelli
Cuando leí el cuento del principio, pensé en la cantidad de relaciones perdidas en nombre de la RAZÓN.
¿Tiene sentido?
Todos tenemos en nuestro haber relaciones que hemos perdido o disminuido, defendiendo nuestros puntos de vista. Y se que si hacemos una mirada retrospectiva nos damos cuenta que no aquello no tuvo sentido. Lamentablemente no siempre tenemos la posibilidad de revertirlo.
Entonces nuestro poder vive en la capacidad que tengamos de generar recursos , como el de este cuento que nos permita tomarnos unos momentos antes de reaccionar y pensar en lo que vamos a decir en nombre del amor que tenemos por la gente que comparte con nosotros nuestra vida o nuestro trabajo.
Regla 1: El cliente siempre tiene la razón.
Regla 2: Si el cliente no tiene la razón aplique la regla número 1
Stew Leonard.La verdadera libertad consiste
en el dominio absoluto de si mismo.
Montaigne