Un Hombre estaba perdido en el desierto destinado a morir de sed. Por suerte llegó a una cabaña vieja y desmoronada. Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí tomó la manivela y comenzó a bombear sin parar, pero nada sucedió. Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces vio que a su lado había una botella vieja llena de agua. La limpió de todo el polvo que la cubría y pudo leer: Prepare la bomba con esta agua y luego tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar.
El hombre de pronto se vio en un dilema: si bebía aquella agua el podría sobrevivir pero si la vertía en aquella bomba oxidada tal obtendría agua fresca del pozo o tal vez no…
Qué debía hacer?
Muchas veces la vida nos enfrenta a momentos como este: en que tenemos que tomar una decisión sin saber cual va a ser el resultado futuro y creo que lo peor que nos puede pasar es quedarnos analizando las posibilidades futuras y perder ese momento sagrado de tomar una elección.
Cuentan que un burro estaba famélico y un caminante le puso en frente dos fardos de alfalfa. El burro se quedó mirando sin saber cual elegir y al poco tiempo cayó muerto de hambre.
A veces queremos tener todo claro antes de iniciar una acción y esto no siempre es posible y nos quedamos dando vueltas en búsqueda de esa claridad que nunca llega sin darnos cuenta que eso que buscamos se transforma en nuestro peor enemigo, porque no nos permite accionar en el momento preciso.
Es que siempre tenemos presente que podemos elegir?
O acaso dejamos que las cosas se decidan por si mismas?
Y cuando hacemos eso: podemos darnos cuenta que justamente eso es lo que estamos eligiendo?
O simplemente pensamos que no nos quedó posibilidad de elección?
Vale mas hacer y arrepentirse
que no hacer y arrepentirse.
Nicolás Maquiavelo
Muchas veces elegimos no elegir porque creemos que eso nos quita la responsabilidad sobre el futuro de los acontecimientos sin darnos cuenta que esa es nuestra elección:
no ser responsables.
Un ejemplo que vemos todos los días podría ser vamos a comer con amigos y uno pregunta: dónde vamos?
Algunos contestan: me da lo mismo.
Otros opinan sobre diferentes lugares.
Mis queridos lectores considero que si a ti te da lo mismo es mas porque no te atreves a opinar y que lo que tú elijas no sea del gusto de todo el grupo. Me parece que tu adaptación tiene mas que ver con miedo que con una personalidad fácil. Piénsalo!!!
Realmente te da lo mismo o….?
Saber demasiado
nunca simplifica
el poder elegir mejor.
Obsérvate a ti mismo y reflexiona:
En tu vida cotidiana eliges elegir o eliges que otro elija por ti?
En qué pensamientos entras cuando dejas que otro elija y a ti no te gusta lo elegido?
Qué es lo que te parece que te frena al momento de elegir?
Qué dificultades internas se te presentan?
Cómo te parece que podrían sortearse esos impedimentos?
Valoras los beneficios que pueden derivarse de tomar una elección a tiempo?
Siempre te has comportado así?
En todos los ámbitos te sucede lo mismo?
Cuándo o dónde te parece que has aprendido ese comportamiento?
En la calidad de mis elecciones está la arquitectura
de mi propia vida.
Miguel Ángel Cornejo