Una nueva iglesia fue construida y muchas gente fue a admirar la belleza de su obra.
Arriba, en lo alto del techo, un pequeño clavo era testigo de todo lo que estaba pasando. Y oía a las personas cómo alababan a tan encantadora estructura… !Hablaban de todo, menos del clavo! Ni siquiera sabían que estaba allí, y él se sintió enojado y celoso.
– ¡Si soy tan insignificante, pensaba, nadie echará de menos mi falta!
Entonces el clavo, dejó de hacer presión sobre la madera y se fue deslizando hasta caer al piso.
Aquella noche llovió mucho. Y como faltaba el clavo, el techo comenzó a ceder. El agua corrió por las paredes y los bonitos murales. El mantel del altar se manchó con el yeso que se había deslizado y la Biblia quedó arruinada por el agua.Todo esto porque un pequeño clavo no se sintió reconocido y dejó de hacer su trabajo.
Sabemos que el reconocimiento es importante sin embargo ¿cuánto de nuestro tiempo le dedicamos?
En mi trabajo en organizaciones observo que la plana mayor muchas veces da por sobre entendido el reconocimiento a determinados niveles y creen que todo se arregla con un poco de dinero mas, un premio o un bono. y se olvidan el poder que tienen unas pocas palabras sentidas, dichas mirando a los ojos y en lo posible delante de varias personas.
El reconocimiento
es la parte más importante
del éxito.
Truman Capote
Recuerdo una empresa en la que trabajé en la que la gente se quejaba de que cuando los gerentes entraban lo hacían caminando rápido y mirando hacia abajo. Nunca tenían un momento para mirarlos y decirles buen día.
Yo me sentía una tonta trabajando ese tema en la gerencia.
¿Tienes idea de cuánto les costó cambiar esa costumbre?
Ellos solo querían que los miren, que se den cuenta que ellos habían llegado primero y ya estaban allí. Sólo necesitaban una mirada y dos palabras para sentirse motivados: Buen día!!
La vida es como un viaje por mar:
hay días de calma
y días de borrasca.
Lo importante no es sólo ser
buenos capitanes.
También necesitamos reconocer
que tenemos un buen barco.
En otra organización me decían: Cuando algo está mal hecho tenemos un meeting pero cuando está bien hecho nadie dice nada.
Claro a veces reconocemos los grandes trabajos pero los pequeños, aquellos casi invisibles como el del clavo.
¿Los reconocemos?
¿Los hacemos sentir importantes?
¿Les mostramos que nos damos cuenta su valor?
¿Cuánto vale llegar a la oficina y tenerla ordenada y limpia?
¿Cuánto vale el cafecito de la mañana ofrecido con una sonrisa?
¿O el diario con las noticias doblado como nos gusta, sobre el escritorio?
La voluntad de tener éxito es importante,
pero más importante es reconocer
que al éxito no se llega solo
Bobby Knight.
Hoy quiero dedicar mi newsletter a todas esas personas que en forma silenciosa hacen mas fácil nuestro trabajo
En mi vida yo tengo una asistente que me acompaña hace 42 años en los diferentes trabajos que tuve. Si bien ahora ya se ha jubilado cada semana que estoy en Buenos Aires viene a visitarme, a conversar un poco, a ayudarme con alguna cosa y a traerme un chocolate porque sabe que me gusta. Aunque se lo digo a cada momento, hoy quiero decirle públicamente lo importante que fue tenerla en mi vida, en cada trabajo, ayudándome con mis hijos, todos los días y a cada hora que la necesité.
Gracias Martha, te quiero como a una mamá.
El Reconocimiento y la Gratitud
son la savia que alimentan la vida.