«Nuestro más profundo temor no es el de ser inadecuados.
Nuestro más profundo temor es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz la que más nos asusta, no nuestra oscuridad.
Nos preguntamos a nosotros mismos:
¿Quién soy yo para ser brillante, extraordinariamente talentoso, magnífico?
Y en realidad:
¿Quién eres tú para no serlo?»
Nelson Mandela
Aprender a aprender es una competencia primordial que nos posiciona para ser más efectivos, aumentar nuestra productividad y mejorar nuestra calidad de vida. El futuro se muestra más promisorio para aquellas personas que saben cómo ampliar continuamente su aprendizaje.
En las organizaciones empresariales «aprender a aprender» es ya una ventaja competitiva.
Cuando yo era chica se me enseñaba que los grandes sabían mientras el aprendizaje estaba destinado a los niños. Hoy sabemos de la importancia de estar informados, de aprender permanentemente y de transitar territorios nuevos cada día.
La tecnología y la información avanzan de una manera tal que si no estuviéramos permanentemente aprendiendo en poco tiempo quedaríamos fuera del acontecer social.
Sin embargo hay algunas áreas en las que desarrollamos resistencia al aprendizaje y nos cuesta prestar suficiente atención a la idea de que el futuro pertenece a aquellos que saben como ampliar continuamente el aprendizaje
Llamamos a estas «resistencias» Enemigos del Aprendizaje y me gustaría compartir algunos contigo con el objetivo de que te encuentres en ellos y busques la manera de convertirlos en una oportunidad de aprendizaje para tu vida.
ENEMIGOS DEL APRENDIZAJE
1. Incapacidad para decir » No sé». Referimos lo escuchado a nuestras experiencias pasadas. Nos cuesta reconocer que hay cosas que no sabemos creyendo que deberíamos saber . Cuando decimos yo ya sé y prácticamente no escuchamos lo que el otro está diciendo. Cuando alguien dice una palabra que desconocemos pero la dejamos pasar porque no queremos que se de cuenta . «Yo ya lo sé» nos cierra a supuestos diferentes a los conocidos
2. Dado como soy no puedo aprender eso. O nos consideramos demasiado grandes o demasiado chicos . O pensamos que determinado aprendizaje no es para nosotros dado la persona que somos. O que no tenemos el cuerpo necesario o la altura necesaria o Etc. Etc. Etc. Esto es muy complicado para mí. Yo no puedo. No es mi momento. Estas son algunas de las declaraciones que nos impiden abrirnos al aprendizaje de lo nuevo.
3. El fenómeno de la ceguera cognitiva. Cuando no sabemos que no sabemos. Para poder aprender hace falta una declaración de ignorancia. La ignorancia no es lo opuesto al aprendizaje. Postulamos que la ignorancia es el «umbral del aprendizaje»
4. Querer tenerlo todo claro todo el tiempo. Cualquier momento de confusión o incertidumbre es evitado a toda costa . No estar abierto a admitir que para llegar a saber pasamos por el no saber y que para llegar a la luz hay trechos de oscuridad . Se muestra como una adicción a tener siempre la respuesta.
5. No asignarle prioridad al aprendizaje( no tengo tiempo). Soy víctima de la vorágine cotidiana y el mundo no me deja aprender. No me muestro responsable frente al aprendizaje
6. La gravedad como la actitud que alguna gente asume cuando cree que sabe
7. La trivialidad como la actitud que alguna gente tiene al tomarse todo en broma
8. La incapacidad de desaprender . Pensamos que si funcionó bien hasta ahora lo va a seguir haciendo. Esto pasa por cuestionarnos lo aprendido, por poder tener otra mirada hacia lo que ya sabemos. Pensemos que a la industria automotriz americana le tomo 8 años hacer el cambio del auto grande al auto chico que imponía Japón, 8 años para desaprender
9. El olvido del cuerpo. El aprendizaje ocurre en el cuerpo, en nuestro comportamiento y en nuestra capacidad de incorporar nuevas competencias como parte del repertorio de acciones posibles. El aprendizaje ocurre cuando construimos transparencia accionando lo nuevo de manera recurrente.
10. Confundir aprender con informarnos. Si la información no se traduce en capacidad de acción el único proceso ocurre en el cerebro y no se puede reflejar en resultados.
11. Ausencia de contexto adecuado. Para que ocurra el aprendizaje debemos abrirnos a la posibilidad de que haya algo por aprender. El aprendizaje requiere apertura a lo nuevo y una disposición a cuestionar lo que conocemos
Las emociones constituyen un aspecto fundamental del proceso de aprendizaje. La disposición a lo nuevo ocurre a partir de la apertura emocional.
12. No dar autoridad a otro para que nos enseñe. A partir de nuestra declaración de ignorancia el segundo paso implica encontrar un maestro. Cuando declaramos a alguien como nuestro maestro, le otorgamos confianza y autoridad reconociendo su mayor capacidad de acción. A veces nos posicionamos en lugares donde nadie alcanza para enseñarnos.
13. La desconfianza. Confiar significa que al concederle autoridad a alguien estamos dispuestos a someternos a la dirección de esta persona, a sus instrucciones y a aceptar sus exigencias. Aprender es introducirse en un dominio de acción en que aceptamos no saber. La única forma de llegar donde no sabemos es confiando en el maestro y dejándonos guiar por el. Lamentablemente las distinciones entre confianza e ingenuidad y entre desconfianza y prudencia son por lo general ignoradas. Hay quienes son reacios a darle autoridad y a confiar en aquellos de quienes quieren aprender. Siempre están discutiendo las instrucciones del maestro como si supieran mas que él
Y podrían haber muchos más.
Te invito a que te encuentres en ellos, a que pienses:
¿Qué acciones te permitirían ser más efectivo?
¿Qué áreas de tu vida muestran más resistencia al aprendizaje?
y descubre si tienes algún «enemigo» que no esté mencionado en el texto anterior.
«No sabemos como son las cosas, solo sabemos cómo las observamos»
Humberto MaturanaCuando el Oráculo de Delfos sentenció:
» no hay nadie más sabio que Sócrates»
El dijo: » Yo solo sé que no sé nada»
¿Alguna vez te pusiste a pensar cómo se explica que alguien, que profesaba su ignorancia como Sócrates, fuera considerado un sabio?