El águila forzaba gentilmente a sus pichones para acercarlos al borde de su nido… Su corazón trepidaba con emociones en conflicto.“¿Por qué aprender a volar tiene que comenzar con el miedo a caer?”, pensaba ella. Esta ancestral pregunta continuaba sin respuesta aun.
De acuerdo con la tradición de su especie, su nido se hallaba muy alto, sobre la saliente de una escarpada pared rocosa. Abajo no había sino aire para dar soporte a las alas de los pichones.!
“¿Será posible que esta vez no funcione?”, pensaba ella.
A pesar de sus temores, el águila sabía que había llegado el momento. Su misión no estaría completa a menos que se animara a hacer esta tarea final: darle el empujón a sus polluelos.
El águila sacó coraje desde su sabiduría innata. Sabía que hasta que ellos no descubriesen sus alas, no habría propósito para sus vidas. Hasta que no aprendieran cómo remontarse, no podrían comprender el privilegio que significa haber nacido águila.
El empujón era el mejor regalo que ella les podía ofrecer. Era su supremo acto de amor.
Llega un momento en que lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es invitarlos a abandonar el nido que con tanto cariño hemos hecho para ellos. La vida, sus vidas necesitan ocurrir fuera de él. Adentro están cómodos y seguros. Afuera todo es desconocido y riesgo pero mas allá de todo llega un momento en que lo mejor que podemos hacer por ellos es invitarlos a partir.
Vuestros hijos no son vuestros hijos,
son los hijos y las hijas
del ansia de la vida por sí misma,
vienen a través vuestro,
pero no son vuestros…
Khalil Gibran
Pero aunque este pareciera que es el momento mas difícil, lo peor aun no llegó.
Según muchos cuentan lo peor aparece cuando te quedas solo en tu casa aunque estes con tu pareja. Al principio es entendible porque los hijos ocupan mucho espacio pero inmediatamente necesitamos reacomodarnos.
Y cómo ocurre esto?
Pues empezando a vivir nuestra vida.
Y este suele ser un momento de confusión de muchos.
Quien soy yo sin mis hijos al lado?
Y ahora qué?
Cuál es el sentido de mi vida, entonces?
Qué debo hacer?
Qué harás con el resto de tu vida cuando tus hijos vuelen del nido?
Confecciona una lista de cosas
que quieres hacer
y no pueden dejar de ser hechas antes de partir.
Pues queridos amigos este es un momento crucial en la vida de un adulto. En donde te darás cuenta que los hijos son sólo un momento en la vida de los padres y ellos necesitaron mientras tanto haber construido también su vida mas allá de la de ellos.
A lo largo del tiempo de crianza:
Has dedicado tiempo sólo para tí?
Tuviste intereses propios?
Has tenido un grupo de pertenencia?
Has mantenido la relación con tus amigos?
Le has dedicado tiempo a tus propios intereses?
Los días se parecen a los niños,
y los niños a los pájaros:
vienen, pasan y se van…Muchas veces el nido vacío
es una oportunidad
para el crecimiento y desarrollo de la pareja.
Pues si no ha sido así cuando los hijos se van aparte del nido vacío te queda la vida vacía y esto, querido amigo, es lo peor.
Por eso necesitas hacerte importante, cuidar tus intereses, tener reservado tiempos propios y por sobre todo tener tu propia vida y no vivir sólo la vida de los demás. Tanto sea la de tu pareja como la de tus hijos. Ninguna de las dos sirven en este momento. Si tienes tu propia vida es probable que al principio aparezca esa sensación de soledad pero enseguida ella hará fuerza por aparecer y te dará el marco que necesitas para atravesar este momento de cambio de la mejor manera posible.
Recuerda que siempre primero tú.
Me da miedo el nido vacío
pero más miedo me daría
que tenga 30 y siga adentro de casa.
Javier Daulte