¿Cómo reaccionas cuando…
Tienes todo tu fin de semana planificado y tu jefe determina que tienes que salir de viaje?
Ya habían acordado en cómo se iba a presentar un proyecto y a último momento te llega un memo con un cambio importante?
Estabas listo para salir de viaje a visitar a unos clientes y te avisan que te requieren en la oficina?
Llevas trabajo importante a tu casa para terminar y te encuentras que tu pareja hizo planes para salir con amigos?
Estás esperando a alguien muy importante para un almuerzo de trabajo y cinco minutos antes te cancelan?
Sabes que tienes un día difícil en el trabajo y esperas contar con toda la ayuda posible, sin embargo al llegar a la oficina ves que tu secretaria dio parte de enferma?
Estás planificando un fin de semana en paz con tu familia y llaman tus padres para avisarte que vendrán a visitarte con tus hermanos?
Saliste con suficiente tiempo para llegar bien y te sorprende un accidente en la ruta que te demora una hora?
Trabajaste por mucho tiempo en una presentación para una oficina publica y al hacerlo te la rechazan porque faltaba un papel sin importancia?
¿Eres conciente de tu forma de reaccionar?
¿Puedes ver que la misma tiene información acerca de tus espacios de aprendizaje?
Steven Covey muestra en su libro «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» el funcionamiento del Círculo de Influencia y el Círculo de Preocupación y define al primero como el área donde los seres humanos tenemos modo de influir sobre lo que está pasado y al segundo como el ámbito donde no tenemos nada para hacer
¿Qué pasaría si antes de reaccionar pudiéramos tener en cuenta estos dos «círculos».
El mal humor y la queja se retroalimentan a si mismos y luego nos resulta difícil soltarlos. Es como si esas emociones nos tomaran y no nos dejaran ser mas nosotros mismos por un tiempo.
Reaccionamos, nos sentimos mal y luego tenemos un mal día, para algunas personas especiales pueden tener hasta una mala semana sólo por un hecho que no salió como esperaban.
La culpa es un sentimiento inútil
cuando nos damos cuenta
que en nosotros vive el poder de
anticiparnos a nuestras reacciones.
Considero que a las personas apasionadas les cuesta mucho mas no ser impulsivas y dominar sus reacciones.
Las veo primero reaccionando y luego pensando, y creo que parte de la maestría en el vivir que me ha enseñado mi proceso de coaching es poner un instante entre el hecho y mi reacción.
No quiero con esto decir que el dominio pueda ser total, pero considero que si antes reaccionaba mal diez veces por día hoy puedo hacerlo una vez cada tres meses.
Cuando te domine un gran enojo
no contestes ninguna carta,
ni tomes grandes decisiones.
Me gustaría contarte como viví este proceso como un testimonio que pueda inspirarte.
Primero me di cuenta de que esto era un problema para mi que impactaba negativamente, no solo en mi vida sino en la de los demás.
Luego decidí que no quería mas de esto para mi.
Luego me comprometí con un proceso de cambio.
Decidí anotar cada vez que algo me sacaba y revisar cual había sido mi disparador y que hubiera podido hacer para cambiar la situación.
Me di cuenta que en la mayoría de los casos la aceptación era lo que mas me convenía ya que los hechos pertenecerán al ámbito donde yo no podía cambiar las cosas que habían sucedido.
Los errores se habían cometido, las circunstancia ya habían ocurrido
Seguí con mis anotaciones y observé que el solo compromiso con la escritura me hacia pensar antes de reaccionar.
Me tuve paciencia porque intervenir en mis emociones no fue tan rápido como me hubiera gustado.
A la larga observé que poco a poco mis reacciones impulsivas fueron disminuyendo y hoy estoy contenta con el proceso y mucho mas feliz. Por sobre todo entiendo que le hago mas placentera la vida a todos los que trabajan conmigo.
Tener un poco de dominio sobre nuestras reacciones puede hacernos la vida mas relajada y puede crear un clima laboral mas distendido para las personas que trabajan contigo.
«El camino de la menor resistencia
es el camino del amor, la armonía y la dicha.
Acepta cada momento como es.
No lo resistas.»«El amor siempre engendra amor.»
Falta aproximadamente un mes y unos días para que este año termine.
Te propongo que en lugar de proponerte intervenir en tus reacciones a partir del año que viene, te hagas un regalo y empieces hoy.
Disculpen si les llamo caballeros,
pero es que no les conozco muy bien.
Groucho Marx