El dueño de un pequeña casa, amigo del gran poeta Olavo Bilac, cierto dia lo encontró en la calle y le dijo:
Sr. Bilac, estoy necesitando vender mi casa, que Ud. tan bien conoce. Podría ayudarme redactando el aviso para el diario?
Olavo Bilac tomó lápiz y papel y escribió:
“Se vende encantadora propiedad, donde cantan los pájaros al amanecer en las extensas arboledas que bordean el camino, rodeada por las cristalinas aguas de un hermoso riachuelo.
La casa, bañada por el sol naciente, ofrece la sombra tranquila de las tardes en su porche.”
Algunos meses despues, el poeta se encontró con el comerciante y le preguntó si yá habia vendido el lugar.
No pensé más en eso, dijo el hombre. Después que leí el aviso me dí cuenta que yo quería vivir en esa maravilla!
La primera vez que oí hablar de los Diálogos Apreciativos me sorprendí frente a la posibilidad que ellos abrían. Simplemente se trataba de dialogar enfocándose únicamente en lo positivo. Parecía simple sin embargo cuando fuimos desafiados a mantener en el almuerzo solo diálogos de este tipo nos dimos cuenta la cantidad de conversación negativa que nos invadía, en la misma.
Esta teoría fue desarrollada por el Dr. David Cooperrider y sus colegas como un nuevo paradigma para reemplazar los métodos tradicionales de abordaje de los problemas, de resolución de conflictos y mediación entre las personas tanto en el ámbito organizacional como en el personal.
El arte de lo apreciativo vive en la posibilidad de descubrir, valorar y enfocarse en aquellos factores positivos que dan vida a una organización o a un grupo. El proceso implica buscar lo mejor del pasado para preparar así, la escena para la visualización efectiva de lo que podemos crear en el presente.
«Un mundo nuevo,
no es más que un nuevo modo de pensar.»
Los seres humanos tenemos la capacidad de ver el mundo e interpretarlo de acuerdo con nuestra forma especial de ser, lo cual nos lleva a apreciaciones diferentes de un mismo hecho. Estas apreciaciones nos predisponen maneras distintas en nuestro accionar. Por lo que nuestras interpretaciones del mundo no son inocentes, ya que nos abren o nos cierran posibilidades de acción, a la vez que nos acercan o nos separan de las personas de nuestro entorno.
Tanto en el plano personal como en el organizacional, podemos elegir dónde nos enfocaremos. Podemos poner nuestra atención en las situaciones que nos toca vivir, la problemática, las necesidades o las faltas que tenemos. O podemos elegir ver las posibilidades y oportunidades que se nos abren frente a esa situación y nuestras capacidades y talentos para beneficiarnos de ellos. La elección nos pertenece y los resultados serán totalmente diferentes, especialmente por las emociones que viviremos a partir de esas elecciones.
No vemos al mundo como es,
vemos al mundo como somos.
¿Para qué necesitamos mirar lo positivo, enfocarnos en los momentos buenos y elegir apreciar lo que hay?
La respuesta es simple. El hábito de buscar y encontrar lo generativo nos empodera mucho mas, que el foco en lo que falta. No hablamos de negarlo sino de no enfocarnos en eso, simplemente como una elección conciente que nos pondrá de mejor humor frente al devenir de la vida y nos abrirá nuevas posibilidades de acción con los demás.
Si pretendemos hacer un cambio, tanto personal como organizacional, sostengo que necesitamos saber con qué podemos contar y esto nos llevará a la apreciación de nuestros recursos internos y externos. Por eso considero que sólo enfocándonos en nuestras fortalezas, podremos partir hacia una evolución conciente.
«Nos condicionaron para creer que el mundo externo
es mas real que nuestro mundo interno.
Y yo no creo que sea así.»
Considero que no estamos descubriendo nada nuevo. Yo era muy chica cuando escuchaba a mi padre hablar de la importancia de diferenciar que parte del vaso íbamos a mirar. Siempre van a haber cosas que te falten, nos decía y si piensas en ellas, te pondrás mal. Pero a la vez y en el mismo momento hay una gran cantidad de cosas de las que puedes disfrutar y el reconocimiento y valoración de las mismas son las que te acercarán a la felicidad.
¿Por qué no usar esta antigua sabiduría en la modernidad de nuestros días ?
Quizás, como dijo Peter Senge:
En una civilización deslumbrada por lo nuevo,
quizás nuestra mayor esperanza resida
en redescubrir lo conocido….
Nadie ha podido sustituir tecnológicamente
la alegría o la felicidad.
Y mucho menos reemplazar la fuerza del AMOR
La Empresa Diálogos Apreciativos empezará próximamente un programa que se llama «Los 13 Pasos de la Apreciatividad» en Buenos Aires.
Si estas interesado en el tema su web es www.dialogosapreciativos.com