Un hombre mayor fue a una clínica para hacerse curar una herida que tenía en la mano. Estaba apurado, y mientras se la curaba, el médico le preguntó cuál era el motivo de su urgencia.
El anciano le dijo que tenía que ir a desayunar con su mujer que vivía en una residencia de ancianos. Llevaba algún tiempo en ese lugar y tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras le acababa de vendar la herida, el doctor le preguntó si ella se preocuparía en caso de que él llegara tarde esa mañana.
—No —respondió—. Ella ya no sabe quién soy.
Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
—Entonces —preguntó el médico—, si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa urgencia de estar con ella todas las mañanas tan puntual?
El anciano sonrió y dijo:
—Puede que ella no sepa quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Perdón, me olvidé. Cuántas veces repetimos esta frase sin darle mas importancia que el significado que habitualmente le damos. Normalmente recordamos u olvidamos temas personales o vinculados con otros sin que esto nos preocupe demasiado.
Pero yo me hago estas preguntas:
Podemos elegir recordar u olvidar?
O necesitamos elegir tener memoria?
Es de fuerza mayor recordar?
Para qué entonces, recordar?
Para qué nos sirve tener memoria?
«Es culpa mía, mía personal,
si el mundo va mal.»
Fiodor Dostoievski
Considero que la memoria está íntimamente relacionada con la identidad y lo muestra claramente el cuento del principio.
Por otra parte la memoria nos ayuda a no cometer los mismos errores o a prepararnos diferente frente a circunstancias parecidas.
Si observamos nuestras fiestas religiosas o nuestras fiestas patrias podemos deducir que el objetivo de ellas es recordar, tener memoria de momentos que pasaron y que «debemos recordar». Para celebrar algunas veces, pero muchas mas para que no pasen al olvido.
«La vida es muy peligrosa.
No sólo por las personas que hacen mal,
sino por las que se sientan a ver lo que pasa.»
Albert Einstein
Y aquí, entonces, me surge otra pregunta:
Como pueblo , también tenemos que tener memoria?
Para que le sirve a un pueblo tener memoria?
Considero que como pueblo no hemos sido educados en la importancia de mantener la memoria viva y tenemos mucha facilidad para olvidar y nos caemos varias veces con la misma piedra, sin siquiera darnos cuenta.
Vivimos situaciones desde el permiso tácito, porque creemos que no tienen que ver con nosotros y…
Siempre tienen que ver.
Primero se llevaron a los comunistas,
pero a mi no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos obreros,
pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era, después detuvieron a los sindicalistas,
pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista;
luego apresaron a unos curas,
pero como yo no soy religioso, tampoco me importó; ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde. Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán
(1898-1956)
Dedico esta Newsletter al Instituto Mofet de Israel que me invitó a un Seminario sobre Historia e Identidad Judía donde, de la mano de Michla Shacher, aprendí entre otras cosas la importancia de que un pueblo tenga memoria para poder crecer. Y no pude menos que recordar con amor a mi Argentina y a su pueblo.
A ellos mi gratitud y reconocimiento.