#507 Metas altas

Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta. A los que escogieron el de treinta les puso una «C», sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una «B», aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una «A», aunque se hubieran equivocado en casi todas.

Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: «Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no me había propuesto comprobar sus conocimientos, sino su capacidad de apuntar alto».

¿Que tamaño de metas elegís para vos o para tu equipo al momento de diseñarlas?
¿Qué pensamientos aparecen, si consideras que no son lo suficientemente grandes?
¿Qué es lo que te lleva a no desafiarte un poco mas?
¿Qué temores aparecen?
¿Qué es lo que te dices frente a la posibilidad de grandes cambios o grandes desafíos?
Tu conversación interna crea tu realidad y si ella tiene miedo al fracaso o a sentirse frustrado es posibles que te invite a tener metas mas pequeñas de las que podrías ponerte si no tuvieras esa conversación de miedos.

Los miedos y los obstáculos son aquellas cosas que nos asustan cuando corremos nuestra mirada
de nuestra meta.

Cuando trabajo con mis clientes respecto de este tema es bastante común escuchar que prefieren ponerse metas mas chicas y triunfar que proponerse cosas que no están seguros, si las van a poder lograr. Por ejemplo en este tiempo de recesión global es bastante común ver a los equipos pocos desafiados por sus gerentes ya que como no quieren que se desanimen les ponen metas bajas considerando la situación y lo que no pueden ver es que sin desafío no hay crecimiento ni motivación.

La vejez empieza
cuando empezamos a achicar nuestras metas
Albert Dunning

Si te pones una meta alta y no la alcanzas considero que es un buen momento para hacerte preguntas y aprender y las respuestas te darán la motivación que necesitas para seguir adelante.
¿Qué aprendizajes puedo extraer de esta experiencia?
¿En qué me equivoqué?
¿De qué me di cuenta?
¿Cuál es la oportunidad que se me abre frente a este resultado?
¿Qué otras cosas podría haber hecho para obtener otros resultados?
¿Qué acciones recurrentes o prácticas me hubieran hecho falta, que no hice?
¿ En qué áreas de mi crecimiento personal me desafía esta experiencia?

Cuando te pongas una meta difícil
o creas que tienes un sueño imposible,
recuerda que el éxito es sólo la recompensa,
pues lo que realmente es importante
para el ser humano, es la experiencia.

Publicado en 2012.

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