#399 Ser parte de un equipo

Cuando era niña en mi escuela se solía preparar una representación teatral para fin de año. Grande fue mi sorpresa el día que repartieron los papeles, cuando vi. que el rol principal había sido dado a una compañera  con grandes problemas de conducta y a mi, que me caracterizaba por ser muy cumplidora me daban un papel secundario.
Llegué a casa desconsolada. Al verme así, mi mamá se acercó a ver qué me pasaba y al saberlo fue a su cuarto y vino con un hermoso reloj de oro que usaba papá.
¿Que ves aquí? me dijo. Y mientras seguía llorando le contesté: un reloj.
Cuidadosamente mi madre abrió la parte de atrás y me mostró millares de engranajes formados por partes diminutas que se movían todas al unísono.
¿Cuál es la pieza mas importante? me preguntó y yo le señalé la que me parecía mas grande.
Fue ahí cuando me dijo que para que el reloj funcionara cada una de esas pequeñas partes tenía que estar en el lugar indicado haciendo su labor. Que si bien algunas eran mas grandes que otras, todas eran igualmente importantes.

Puede que ganemos diferentes salarios pero al final todos nos necesitamos. Ya que hasta el trabajo mas pequeño es necesario y muchas veces en nuestro automático vivir ni nos damos cuenta cuan significativo es, hasta que nos falta y ahí tomamos conciencia de sus importancia.

Si puedes parar por un segundo
podrás ver que cada persona que te rodea habitualmente
es un instrumento en la sinfonía del universo.

Pensemos en este momento cuantas personas con trabajos pequeños nos ayudan a que el nuestro pueda lucirse.
Quizás la persona que limpia, la que nos sirve el café o el almuerzo, la que nos hace los trámites, la gente de mantenimiento, algún asistente?
Puede que ellos en este momento se sientan como la niña de nuestro cuento
¿De quién depende de que cambie su punto de vista?
De nosotros.

Todas las personas necesitan sentirse importantes
y un camino seguro para llegarles al corazón
es hacerles comprender,
de algún modo muy sutil,
que reconoces su importancia
de una manera honesta y sincera.
Dale Carnegie

¡Cómo podemos hacerlo?
Reconociéndoselos!!
Mostrándoles que gracias a ellos estamos tranquilos y confiados en que esas pequeñas partes de nuestro trabajo cotidiano están prontas y que si no fuera por ellos nos complicaría mucho el día.
¿Nos acordamos sus nombres?
¿Recordamos agradecerles cada vez?
¿Nos tomamos unos minutos semanales para reconocerlos?
Ellos también son parte de nuestro equipo
Ellos también necesitan nuestro soporte y motivación.

Se suficientemente humilde
para reconocer la grandeza de los demás.

Publicado en 2009.

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