Una vez dos hermanas sostuvieron una controversia por unas naranjas.
Las dos, ya casadas estaban encargadas de efectuar las labores de limpieza de un salón de eventos.
Al entrar, la hermana menor, notó que sobre una de las mesas habían quedado 10 naranjas. Se alegró mucho al verlas, pues sabía que nadie las reclamaría. De manera que las guardó en una bolsa que tenía, mientras se imaginaba el
delicioso jugo que se tomaría esa noche en su casa. Su hermana mayor entró repentinamente al salón y al ver lo que estaba haciendo, exclamó: «Que bien, nos han dejado 10 hermosas naranjas».
A lo que la menor contestó: «¿Cómo es eso de que nos han dejado?
Dirás, me dejaron a mí 10 naranjas». Me corresponden por ser la mayor.»Por supuesto que no ! Tu bien sabes, que al que madruga Dios le ayuda.
Y en ese momento comenzó una discusión entre ambas que terminó dos horas después con el acuerdo que las que las encontró se llevaría seis y la otra cuatro.
Y esa noche la menor preparó un rico jugo que compartió con su familia y la mayor las peló con un cuchillo, y con las cáscaras de todas ellas preparó un delicioso dulce. Y mientras lo compartía con su esposo e hijas, pensó en lo afortunada que había sido al quedarse con 4 de las naranjas.
Terminada la cena, arrojó las pulpas a la basura, pues ni a ella ni a su familia les gustaba el jugo de la naranja.Resulta curioso observar como las dos se sintieron satisfechas con el resultado obtenido y ninguna imaginó lo lejos que estaban de haber llegado al
resultado óptimo.
Cuando enfrentamos situaciones parecidas en la vida es interesante observar como muchas veces cada uno quiere la mejor parte sin tener en cuenta que al otro le pasa lo mismo y discute por su posición como si el otro no existiera o sin considerarlo objetivamente.
Una actividad que desarrollo en muchas empresas me lleva a reconocer que en casi todas, los diferentes sectores, se consideran únicos y forman un equipo aislado de los demás y no se dan cuenta que el resultado óptimo para la organización es cuando pueden jugar un juego que se llama Ganar-Ganar y que requiere que todos los sectores se sientan parte del mismo equipo, estén integrados y alineados compartiendo objetivos, valores, misión y visión.
«Nos toca a cada uno hacer la diferencia para todos.»
Jackie Mutchenson
Ganar- Ganar es un juego que implica:
• Todos queremos ganar
• Todos formamos parte del mismo equipo
• Para ganar nos necesitamos mutuamente
• Necesitamos abrir conversaciones para comunicarnos y que la información necesaria sea compartida.
• Nos alineamos para jugar este juego y no vamos a permitir que nadie nos saque del mismo
• O jugamos Ganar-Ganar o no jugamos
Darle a la gente un poco mas de lo que quiere significa luego recibir de ellos
un poco mas de lo que esperamos.
¿Qué vamos a hacer mas importante: la posición personal o la del Equipo?
¿Qué nos separa de jugar este juego?
¿Todos lo entienden o necesitamos enseñarle a alguien como se juega y sus reglas?
¿Los dirigentes juegan este juego entre ellos para dar el ejemplo?
¿Le damos tiempo a la comunicación , integración y alineamiento del equipo o pretendemos que todo esto se de por añadidura de que trabajamos juntos?
¿De qué manera podríamos hacer importante esta forma de interrelacionarnos?
¿Qué necesitamos?
¿Cuáles son las acciones que nos comprometemos a cambiar para jugar diferente?
El juego de Ganar-Ganar dice:
No juguemos a mi manera ni a la tuya Busquemos la mejor manera.
Greg Anderson