Todos conocemos el cuento de Cenicienta.
¿Alguna vez pensaste como sería el mismo, si lo hubiera contado su madrastra?
Su lado de la historia podría haber sido mas o menos así:
Yo siempre traté de hacer lo correcto con mis hijas. Ellas son las chicas mas dulces y amorosas del reino, ninguna sería capaz de matar una mosca.
Nosotros hemos sido acusadas de maltratar a Cenicienta pero el mundo está equivocado.
Cuando yo me casé con el padre de Cenicienta ella era muy tímida y algo rara porque le gustaba hablar con los animales.
Recuerdo el día en que empezamos a sospechar de ella cuando hizo sentir mal a mis hijas por el tamaño de sus pies. Ahí me di cuenta que era maliciosa y trataba de hacernos sentir mal cuando nosotros hacíamos lo imposible porque se sintiera cómoda en nuestra casa.
Cuando vino la invitación real para el baile solo llegaron dos invitaciones y como yo quise ser justa les dije que las dos que se vistieran primero irían ¿Tengo yo la culpa que Cenicienta siempre estaba ocupada con los bichitos y nunca tenía tiempo de comprarse ropa? Fue por eso que se quedó.
Y podrían imaginar como continua…
¿Te hace sentido la mirada de la madrastra?
¿Podes ver que por lo general tenemos excelentes explicaciones que nos permiten salvar nuestro prestigio, defendiendo nuestra identidad privada o lo que nosotros pensamos de nosotros mismos?
¿Para qué crees que tenemos dichas explicaciones?
Desde mi mirada necesitamos vernos maravillosos y muy pocas veces elegimos vernos como villanos , aunque actuemos de esa manera.
Algunas personas son tan buenas que nadie les puede mostrar lo contrario.
¿Acaso nunca te viste maltratando verbalmente a alguien, y al darte cuenta sólo buscas una justificación mental para lo que hiciste?
¿Acaso no te encontraste hablando mal de alguien sin tener fundado tu parlamento y al darte cuenta seguiste hablando como buscando nuevos argumentos que alimentaran tu postura?
Sostengo que queremos salvar nuestro reputación personal y siempre que podamos vamos a inventar una mirada que nos deje bien parados frente a nosotros mismo con respecto a los demás.
«Si buscas muchas palabras
para probar tu sabiduría,
es porque con ellas quieres
que no se note tu ignorancia.»
Hace poco tuve la posibilidad de ir a Disney World y al ver entre los libros la serie: » El otro lado de la historia» me pareció maravilloso que alguien hubiera pensado en que quizás la madrastra, la bruja de Blancanieves o Úrsula de la Sirenita pudieran contar el mismo cuento con palabras que justificaran su accionar dejándolas como personas buenas frente a su propia mirada. Justamente de ahí he extraído el texto del principio.
A no ser que preguntes,
nunca oirás nada malo sobre tí.
Es fácil enterarse de lo bueno,
pero hay que cavar hondo para descubrir lo demás.
Thomas J. Watson, jr.
Me gustaría sembrar en vos algunas preguntas, no para que busques una inmediata respuesta sino para que vibren dentro tuyo por un tiempo:
¿Buscas hechos que funden tus juicios cada vez que juzgas negativamente a alguien?
¿Podes darte cuenta que el impacientarte, por lo general tiene que ver con como estas vos y no con como hace el otro lo que hace?
Cada vez que te enojas con alguien o levantas la voz ¿Podes darte cuenta que a eso le siguen una cantidad impresionante de juicios automáticos dentro de tu cabeza que justifican lo que hiciste?
¿Podes ver que cada vez que cometes una injusticia te cuentas una historia que te declara inocente?
¿Qué podemos hacer con todo esto?
Por el momento sólo me conformo con que lo puedas observar.
Ya tu sabiduría interna te irá mostrando los siguientes pasos.
Sólo podemos intervenir en aquellos mundos, que podemos observar.