#142 Circunstancias

Cuentan que un rey tenía un consejero que ante circunstancias adversas siempre decía: «¡Qué bueno, qué bueno, qué bueno!».
Un día de cacería, el rey se cortó un dedo del pie y el consejero exclamó: «¡Qué bueno, qué bueno, qué bueno!».
El rey, cansado de esta actitud, lo despidió y el consejero respondió:
«¡Qué bueno, qué bueno, qué bueno!».
Tiempo después, el rey fue capturado por una tribu vecina para sacrificarlo ante su dios. Cuando lo preparaban para el ritual, vieron que le faltaba un dedo del pie y decidieron que no era digno para su divinidad, dejándolo en libertad.
El rey ahora entendía las palabras del consejero y pensó: «¡Qué bueno que haya perdido el dedo gordo del pié, de lo contrario ya estaría muerto!».
Mandó llamar a palacio al consejero y le agradeció.
Pero antes le preguntó por que dijo «¡Qué bueno!» cuando fue despedido.
El consejero respondió: «Si no me hubieses despedido, habría estado
contigo y como a ti te habrían rechazado, a mi me hubieran sacrificado».

Las circunstancias de la vida se presentan ante nosotros como dados lanzados sobre una mesa de vidrio.
No importa cómo los tires, siempre podrás ver cualquiera de los números,
con solo variar tu perspectiva.
Algunos sólo se enfocan en los números bajos y otros son mas propensos a ver los números altos.
Frente a las circunstancias adversas ¿En qué te enfocas?
¿Podes ver la oportunidad en medio del problema?
¿La emocionalidad negativa te toma o podes generar una que te predisponga a la acción?

He aprendido de la experiencia
que la mejor parte de nuestra felicidad o miseria
depende de nuestra disposición
y no de nuestras circunstancias.
MARTHA WASHINGTON

Podemos ver la vida como un laberinto, con muchos caminos por tomar.
En el diario caminar podemos chocar contra las paredes, cuando las
circunstancias son difíciles o podemos tener una actitud como la del consejero de la historia positiva y con desapego.
No ganamos nada angustiándonos, preocupándonos y torturándonos con los
problemas. Esa no es manera de resolverlos.
Detrás de cada circunstancia puede haber un espacio de aprendizaje y una razón que muchas veces escapa a nuestra perspectiva y no entendemos en el momento.
¿Te pusiste a pensar en cuál será el mensaje de cada circunstancia adversa que te pasa?
¿Que nuevo espacio puede estarse abriendo para vos?

Nada espléndido se ha alcanzado
excepto por quienes se atreven a creer
que algo dentro de ellos
era superior a las circunstancias.
BRUCE BARTON

No podemos comprender el diseño del laberinto, a menos que nos elevemos y veamos la figura completa.
La vida es un como un aprendizaje permanente y mientras todo estudiante recibe primero la lección y luego los problemas para resolver en la vida real es al revés: primero aparecen los problemas y luego podemos deducir la lección.
¿Por que es tan difícil enfrentar los problemas con una actitud positiva?
Interpreto que es porque nos ponemos muy cerca del problema y no podemos verlo en perspectiva. Nos involucramos demasiado y esto hace que pensemos que somos parte del problema.

La adversidad tiene el efecto de despertar los talentos que en circunstancias prósperas
hubieran permanecido dormidos.
HORACIO

Imaginate que vas en patines remolcado por un auto, si tenes la cuerda muy corta entre vos y el auto, seguramente no verás con anticipación los baches de la calle y te podrás caer.
En cambio, si fueras remolcado con una soga larga, verás sin dificultad y podrás esquivarlos.
Lo mismo nos ocurre en la vida: mientras más distancia tomemos podremos hacer mejores elecciones.

Las personas que tienes éxito en este vida
son individuos que buscan las circunstancias que quieren,
y si no las encuentran,
las crean ellos mismos.
GEORGE BERNARD SHAW

El estrés, el trabajo exagerado, la falta de tiempo para pasar con la familia y descansar o para desarrollar actividades espirituales; en suma, el estar desbalanceado, acorta la soga y nos quita libertad para responder. Reaccionamos desproporcionadamente, haciéndole daño a quienes queremos. Frente a una crítica explotamos creando un clima contraproducente.
Dedicale tiempo a la persona más importante en tu vida: ¡Vos!
¿Qué considerás que te está faltando para lograr ese balance?
Armonizá y equilibrá tu vida para que se alargue tu soga ante los problemas, así la próxima vez que te enfrentes a una circunstancia adversa podrás decir como el consejero del rey: «¡Qué bueno, qué bueno, qué bueno»!
Una persona feliz
no es una persona que vive determinada circunstancias, sino aquella que tiene determinada actitud.

Publicado en 2003.

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